jueves, 18 de febrero de 2016

La cabeza bien amueblada II

En la entrada pasada, se dieron unas pinceladas de como ser más eficaces en el entreno y comente de pasada el tema de la programación.
La programación no es otra cosa que saber que es lo que se va hacer a lo largo de la temporada. Por ejemplo podemos incluir varias cosas.

- Escoger las competiciones.
- Distancias a competir.
- Diferenciar competiciones objetivo, de las que no lo son.
- Que entrenamientos vamos a hacer a lo largo de las semanas, meses, anteriores a la competición.

Un fallo muy común, desde mi punto de vista, es querer abarcar gran número de competiciones, saturar el calendario y hacer que la preparación no sea la más correcta y no tengamos tiempo en pararnos en aspectos que necesitamos ( técnica, evolución del entrenamiento, asimilar cargas, etc..).
El hacer muchas competiciones requiere de una gran base y de un gran nivel de entrenamiento acumulado a lo largo de varias temporadas y los entrenamientos evolucionaran a medida que evoluciona el estado de forma del deportista a lo largo del tiempo.


El trabajo que realizo con mi grupo de deportistas, es ese, programar la temporada a medida que el deportista vaya evolucionando en su forma, para esto escojo la forma más sencilla para ellos que es la unidad semanal, ya que más fácil de ajustar el entrenamiento, sin comprometer demasiado el objetivo, si nos encontramos con imprevistos ( laborales, pequeñas lesiones, resfriados etc...).
También para ellos es una forma más sencilla de que llegue la información, a parte de las explicaciones de lo que quiero trabajar con ellos a largo plazo ( mesociclos, macrociclos).

Es importante saber en todo momento en que estado de forma nos encontramos, y no querer acelerar los procesos, por que a la larga siempre habrá un paso atrás que complicara los objetivos.

Diferenciar las competiciones, es otro punto importante, no siempre se puede estar al 100% en todas las competiciones, hay competiciones que serán nuestro objetivo y otras que utilizaremos para ayudar a nuestra preparación, estas competiciones nos darán ritmo competitivo, chispa, entrenamiento de calidad y nos servirán para ver en que dirección va nuestra preparación y observar posibles carencias y corregirlas.


Otro punto importante es, que competiciones vamos a incluir en nuestra temporada, esto depende de la experiencia que tenga nuestro deportista. Cuanta más experiencia más abanico de competiciones y distancias, a menos experiencia es más importante escoger y saber cuales son las competiciones y distancias correctas, en esto tu entrenador es la persona a la que debes recurrir y él es el que mejor te puede orientar, asesorar pues sabe cual es tu nivel.

Desde aquí te animo a que revises sin incluyes estos puntos o si en tu preparación están presentes, ya que pueden optimizar tu entrenamiento y aumentara  tú rendimiento.






lunes, 18 de enero de 2016

La cabeza bien amueblada I

Mi experiencia en el mundo del entrenamiento esta basado en mi vida como deportista, y ahora en las dos facetas la de deportista y la de entrenador.
Para mí lo más importante es dar herramientas válidas para el desarrollo de tú deporte, en mí caso es el Triatlón, Natación.


Los errores más comunes de gente que empieza a entrenar, son querer las cosas rápidas y sin un plan a corto-medio-largo plazo, entrenamientos extenuantes, tiradas largas sin un por que.
Tenemos que saber desde donde partimos y hacia donde queremos ir, pero con los pies en el suelo y teniendo claro las circunstancias que nos rodean (trabajo, familia, etc. esto lo considero entrenamiento también).

Los entrenamientos sean de natación, sean de carrera o de bicicleta, todos tienen su componente técnico, para mi imprescindible para la correcta práctica de un deporte, no lo es todo, pero para mí es lo más importante.
Los entrenamientos con componente técnico te ayudan a mejorar y es una forma de que tú entrenamiento sea más variado.

 También tenemos que tener presente en la práctica deportiva, diferenciar lo que es deporte por salud, diversión, etc, al deporte de competición.
El deporte de competición, es muy exigente y necesita habilidades que hay que adquirir y que se consiguen dedicando un mínimo de tiempo y es aquí donde el aspecto técnico te va a ayudar a evitar lesiones y a terminar la competición con garantías. (entrenamiento o competición mal hecho repercutirán a la larga en nuestro día a día).
 En donde hago más hincapié, en los aspectos técnicos, es en la natación, un deporte en donde este componente esta muy presente, y es donde la mejora de tiempos, la mejora de esa frecuencia de brazada hay que trabajarla en todas nuestras sesiones.

Desde mí punto de vista, los entrenamientos de natación  de muchos metros, nado continuo, son válidos en momentos puntuales, pero si a esos entrenamientos largos, de nado continuo les damos un toque técnico se volverán más amenos y más productivos a todos los niveles.

La programación como he dicho anteriormente es otro punto muy a tener en cuenta, en nuestra preparación, más si cabe en el  deportista amateur el cual tiene que compaginar con trabajo, familia y con obligaciones que no puede eludir.
El saber en todo momento que tenemos que hacer, y ser ordenados es primordial.
Existen lo que yo llamo ajustes, que no son otra cosa que adaptar el entrenamiento a nuestros imprevistos que se nos presentan en nuestra jornada, que nos ayudaran a no agobiarnos y entrenar sin que se resientan otros aspectos de nuestra vida (reuniones imprevistas, cambios de horario, etc).

Estas son unas pinceladas de como más o menos podemos enfocar esas competiciones o esa actividad que nos gusta y con la que disfrutamos, es importante que esto no llegue a ser una obsesión, en no enfrentarnos a cosas demasiado técnicas, con poca o casi nada de preparación, debemos tener los pies en el suelo, saber que hay una vida detrás de nosotros, que no se va a parar por una lesión, que no somos Pros, y que todos tenemos limitaciones, superables, pero limitaciones.
Si eso lo tenemos claro, entrenaremos mejor, nos divertiremos mucho más, seremos capaces de ir avanzando poco a poco y con pasos firmes, no hay prisa.
Si tienes un deportista dentro, las ganas de competir o de entrenar no tienen fecha de caducidad.